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Mostrando entradas de julio, 2010

Acá.

Buscaría mares, pero me queda a kilómetros de distancia Buscaría montañas, pero debo atravesar cientos de tierras Buscaría desiertos, pero me cansaría de caminar Buscaría nieve, pero podría morir de frío Que más da... Tengo un río a media cuadra,  barrancas a mi alrededor,  montes con verdes y cantar de pájaros  y sol aunque esté nublado! Me quedo acá... ...lo demás vendrá! * * *

Las palabras y la vida.

[Antes del Fin - Palabras preliminares - Ernesto Sábato] Vengo acumulando muchas dudas, tristes dudas sobre el contenido de   esta especie de testamento que tantas veces me han inducido a publicar; he   decidido finalmente hacerlo. Me dicen: “Tiene el deber de terminarlo, la  gente joven está desesperanzada, ansiosa y cree en usted; no puede  defraudarlos”. Me pregunto si merezco esa confianza, tengo graves  defectos que ellos no conocen, trato de expresarlo de la manera más  delicada, para no herirlos a ellos, que necesitan tener fe en algunas  personas, en medio de este caos, no sólo en este país sino en el mundo  entero. Y la manera más delicada es decirles, como a menudo he escrito,  que no esperen encontrar en este libro mis verdades más atroces;  únicamente las encontrarán en mis ficciones, en esos bailes siniestros de  enmascarados que, por eso, dicen o revelan verdades que no se animarían  a c

No!

/ No esperaba que te fijes en mí, sólo te miraba porque algo llamó mi atención. No esperes más que una mirada, si yo soy tan fugaz y suave como el agua. No quiero más tiempo que me diga que hacer con vos. No quiero que tus palabras rocen mi piel. Nada hay entre vos y yo. Nada. // Foto:  Esteban Jasper * * *

18J - Atentado a la Argentina

*   … la Justicia  “es un arma cargada de futuro”. Baltasar Garzón El 18 de Julio de 1994 apenas tenia cuatro años y estaba con mis padres, mis dos hermanas, varios tíos y mis primos en la provincia de Salta. Habíamos viajado casi treinta personas en un camión desde Entre Ríos para celebrar el casamiento de los hijos de mi tío, el mayor. Era mucha la alegría que llevábamos, no sólo de viajar como tanto nos gustaba, sino de todo el festejo para el cual íbamos. Julio era fiesta. Si bien era un niña, y con mis problemas de poder recordar las cosas, aún guardo ciertas imágenes aisladas sobre aquel momento. Recuerdo las calles de adoquines y las veredas angostas de aquella ciudad salteña, las casas viejas, los faroles, las mujeres durmiendo en la primera sala de aquella inmensa casa. También guardo en la memoria cada una de las historias que luego se repitieron por años sobre aquel viaje. Algunas muy chistosas que al escucharlas a uno le duele todo de tanto reír.

La Paz, 175 años.-

Trocito de alma perdida en algún remanso de ayer. Mística y llena de paz, pueblito de mi norte entrerriano, se agradecen las bondades de tu Cabayú, de tu Paraná. Felices 175 años, Pueblo Mio *