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Un país


Cuando volví 
pregunté por ella,
mi piel la detuvo
frente a la puerta de este barrio.
Su pelo cada vez más oscuro
bendiciendo un camino nuevo.

Su mirada fue compatible
y entre una sonrisa
cómplice con el pasado
la traigo del otoño.


¡Nos vemos luego!
Miro hacia el sur,
toco su espalda,
vuelvo a sus ojos;
nos despedimos.
Ya no hay nada acá.


Se quebró el suelo
como en la mayor sequia.
Y ahí está Kusturica
rompiendo una Isla
que dice ser la República.
Después de mentiras,
amores bélicos
y destrucción masiva
de la soberanía propia.
Puede no ser verdad
pero que bien sabe esta historia.

Alguien considera
que puedo emigrar a su colchón
Me niego a las nuevas oportunidades
tras la línea de llegada.
Que esta lucha
sea más bien
una guerra de dos
en la Nación de un primer piso.

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