Ir al contenido principal

...Ajedréz.*


En su grave rincón, los jugadores 
Rigen las lentas piezas. El tablero 
Los demora hasta el alba en su severo 
Ámbito en que se odian dos colores. 

Adentro irradian mágicos rigores 
Las formas: torre homérica, ligero 
Caballo, armada reina, rey postrero, 
Oblicuo alfil y peones agresores. 

Cuando los jugadores se hayan ido 
Cuando el tiempo los haya consumido
Ciertamente no habrá cesado el rito

En el oriente se encendió esta guerra 
Cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra
Como el otro, este juego es infinito

II
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
Reina, torre directa y peón ladino
Sobre lo negro y blanco del camino
Buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
Del jugador gobierna su destino,
No saben que un rigor adamantino
Sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
La sentencia es de Omar* de otro tablero 
De negras noches y de blancos días.

Dios mueve al jugador y éste, la pieza.
¿Qué dios detrás de Dios la trama empieza
De polvo y tiempo y sueño y agonía?

Jorge Luis Borges



*La vida es un tablero de ajedrez, donde el Hado 
nos mueve cual peones, dando mates con penas, 
en cuanto termina el juego, nos saca del tablero 
y nos arroja a todos al cajón de la Nada.
Omar Khayyam

Comentarios

Entradas populares de este blog

Así fue nuestra obra

El parque estaba verde, en su mejor momento, el agua fría, creo yo, quedé a doscientos metros de distancia el sol brilló sobre los papeles que desplegamos en el pasto. Las palabras, pensadas letra por letra.  No hubo de más, ni de menos, la simulación estaba activada. todo lo esperado nunca llegó. No era el momento; me quejo con el destino Así no tenia que ser, faltaban las risas, los chistes las canciones y el color (y el calor) Nada; eso fue. nada. Despegamos. Aunque forcemos el camino, no había marcha atrás,  nos atropelló la vida como mil veces, vos hiciste tu parte,yo no ayude a mejorar. El silencio nos mató poco a poco, pero como dice la canción, el amor es más fuerte. Resucitar siempre fue lo que mejor se nos dio. Crecimos lejos, nos hicimos lejos. Inventamos laberintos disfrazados de puentes, los pintamos, sin saber nada de arte callejero quedó genial la obra, la miro y creo que es el Muro de Berlin en la foto que l...

desayuno en la vereda

Mario chupa la bombilla del mate amargo, q ue fue dulce cuando arrancó. El Negro les cuenta que su hijo despertó con fiebre, n o pudo dormir en toda la noche. Ayer arregló 3 bicicletas,  le quedaron 5 para la mañana de hoy. Nota que será un día difícil. Beto solo escucha, piensa si hoy ganará San Lorenzo. El negro toma un mate y va en busca de la manguera del compresor.  Terminó de abrir el local. Empezó a llover otra vez.  Moncho ya sacó la oferta de la verdulería. T ambién tiene zapatillas baratas para vender. Están arriba de los cajones de naranja.Las New Balance rojas, son una maravilla, salen ochocientos al contado. Me dan ganas de usarlas con la calza negra. Llegó Marcos y dice que el mate da asco, q ue nunca más le den a Beto tan importante misión. Les afirma que el amargo es sagrado, el azúcar te hincha. Son las y cuarto. Los chicos ya están en la escuela. Los amigos, en la esquina Desayunan juntos a las ocho de la mañana entre España y ...

sonatina

Aún me hago la misma pregunta "¿Que tendrá la princesa?" ...Siempre tuvo arte en sus manos.* SONATINA La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?  Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa, que ha perdido el color. La princesa está pálida en su silla de oro, está mudo el teclado de su clave sonoro, y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor. El jardín puebla el triunfo de los pavos reales. Parlanchina, la dueña dice cosas banales, y vestido de rojo piruetea el bufón. La princesa no ríe, la princesa no siente; la princesa persigue por el cielo de Oriente la libélula vaga de una vaga ilusión. ¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China, o en el que ha detenido su carroza argentina para ver de sus ojos la dulzura de luz? ¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes, o en el que es soberano de los claros diamantes, o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz? ¡Ay!, la pobre princesa ...