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…la Justicia
“es un arma cargada de futuro”.
Baltasar Garzón
El 18 de Julio de 1994 apenas tenia cuatro años y estaba con mis padres, mis dos hermanas, varios tíos y mis primos en la provincia de Salta. Habíamos viajado casi treinta personas en un camión desde Entre Ríos para celebrar el casamiento de los hijos de mi tío, el mayor.
Era mucha la alegría que llevábamos, no sólo de viajar como tanto nos gustaba, sino de todo el festejo para el cual íbamos. Julio era fiesta.
Si bien era un niña, y con mis problemas de poder recordar las cosas, aún guardo ciertas imágenes aisladas sobre aquel momento. Recuerdo las calles de adoquines y las veredas angostas de aquella ciudad salteña, las casas viejas, los faroles, las mujeres durmiendo en la primera sala de aquella inmensa casa.
También guardo en la memoria cada una de las historias que luego se repitieron por años sobre aquel viaje. Algunas muy chistosas que al escucharlas a uno le duele todo de tanto reír.
Salta, Julio '94 - Yo (primer plana) con mis hermanas y una prima (atrás)
Hoy, con veinte años, y varias historias mas sobre mi comprendo aquella historia de los sentimientos encontrados cuando escucho a mi vieja contar que cuando volvimos se enteraban de aquel atentado a la AMIA.
Nunca se hablo mucho al respecto en casa. Pero así como son las cosas de la vida, te lleva y te trae hacia uno y otro lugar.
Quizá, allá por el ’94 no haya comprendido nada de lo que sucedía, seguro no lo hice.
Pero hoy la historia de aquel atentado sigue sangrando, y es hoy cuando comprendo el dolor, cuando lo comparto, porque ver como es la realidad, y pensar que en ese momento con apenas cuatro años jugaba y disfrutaba de un momento increíble a 85 personas les arrancaron la vida así como si nada, sus hijos, sus padres, sus hermanos quedaron esperando su regreso que nunca llegó.
Me duele mucho escuchar ese “yo no soy judío”, “no soy de Israel” pero igual pido justicia por AMIA. No hay necesidad de ser judío o no, de ser israelí, argentino, paraguayo o español para sentir o no un atentado que fue a nuestros pies, nos rozó las mejillas aquel 18 de julio de 1994 a todos.
El odio, el racismo caminan a nuestro lado todos los días y luchar contra eso debería ser un compromiso de todos, no solo de quienes son afectados.
En este XVI aniversario de aquel 18J, no son solo los familiares de las víctimas y la comunidad judía que pide justicia. Hoy todos nos paramos para pedir al Estado Argentino respuesta a esta causa que hace 16 años le dieron la espalda. Y me uno a las palabras del juez Baltasar Garzón, el 18 de julio de 1994, “todos morimos un poco más, como nos pasa cada vez que actúan el terrorismo y el fanatismo religioso”.
Hoy pido VERDAD, JUSTICIA y MEMORIA para que la sirena de las 9.53 no suene NUNCA MÁS.
Paso mucho por aca Bel, pero esta vez no pude dejar de comentar esto...
ResponderEliminarcreo que son muy pocas las personas que realmente pueden sentir el dolor de otros... me dio la piel de gallina al leer esto.. hay que exigir la justicia, es cierto... pero pensa que en este mismo momento estas cosas siguen pasando en el mundo, la gente muere lentamente por terrorismo, dictaduras, holocaustos... y el mundo no hace nada para terminarlo. Mas alla de los paises, gobiernos, creo que cada uno de nosotros es culpable de alguna manera, aunque no este en nuestras manos...
La justicia llegara, porque siempre llega, a su tiempo...
besos, te quiero!
sap.
...deberia corregir los errores de repetición, solo escupí las palabras.!
ResponderEliminarya lo mejoraré.
me atrapo lo de salta.. pero segui leyendo.. cuanta verdad y cuanta historia por saber....
ResponderEliminarojala la muerte sea solo ese momento en que nuestras almas abandonan esa caja prestada llamada "cuerpo".... pero cuanta muerte se ve.. cada dia en las pequeñas cosas... a cuanta gente sin querer matamos con pequeños detalles....
mi lucha sera evitar la muerte de esas personitas que alguna vez sin querer lastime...
luz