EL CEMENTERIO DE LOS LIBROS OLVIDADOS Todavía recuerdo aquel amanecer en que mi padre me llevó por primera vez a visitar el Cementerio de los Libros Olvidados. Desgranaban los primeros días del verano de 1945 y caminábamos por las calles de una Barcelona atrapada bajo cielos de ceniza y un sol de vapor que se derramaba sobre la Rambla de Santa Mónica en una guirnalda de cobre líquido. —Daniel, lo que vas a ver hoy no se lo puedes contar a nadie —advirtió mi padre—. Ni a tu amigo Tomás. A nadie. —¿Ni siquiera a mamá? —inquirí yo, a media voz. Mi padre suspiró, amparado en aquella sonrisa triste que le perseguía como una sombra por la vida. —Claro que sí —respondió cabizbajo—. Con ella no tenemos secretos. A ella puedes contárselo todo. Poco después de la guerra civil, un brote de cólera se había llevado a mi madre. La enterramos en Montjuïc el día de mi cuarto cumpleaños. Sólo recuerdo que llovió todo el día y toda la noche, y que cuando le pregunté a mi padre
Indagando por esa palabra tan dificil de pronunciar, en varias paginas de internet,la mayoria de los autores coincidian en lo mismo: Mamihlapinatapai es una de las palabras más concisa del mundo y uno de los términos más difíciles de traducir a otra lengua.
ResponderEliminarParafraseando a Saussure consideraba que "no es posible describir plenamente un lenguaje si esto se hace de forma aislada en relación a la comunidad que hace uso de él y a su vez los efectos que el tiempo tiene sobre el lenguaje"
Pienso en el vínculo entre sonido y pensamiento, y en lo que generan algunas palabras aunque sean tan diferentes a nuestro idioma.
me encanto la palabra, como una palabra puede decir tanto :O
ResponderEliminarUn beso belu, espero que andes bien!
Anita
Quizá habría que tomar a 'esa' palabra como un "bloque", como un "trozo" , una pieza visual que a su 'sonido y pensamiento' le sumo la forma y el color... y aprendió a gritar de mil formas.
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